jueves, 4 de octubre de 2007

Gracias... ya lo sabía!

Escuché en un programa de radio (no diré el nombre) sobre un estudio (no recuerdo de quien ni de donde) que arrojó que los niños y niñas cuyos papás (varones) ejercían su paternidad de manera cercana y amorosa: dedicándoles atención: jugando con ellos, escuchándolos: preocupándose y ocupándose de sus inquietudes, demandas, preguntas, etc.; presentaban mayores señales de: INTELIGENCIA, SEGURIDAD, ADAPTACION AL ENTORNO, TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN, AUTOESTIMA, CAPACIDAD DE EMPATÍA Y ENTENDIMIENTO AL OTRO, CAPACIDAD DE COMPETITIVIDAD. Y MENOR DISCRIMINACIÓN ENTRE HOMBRES Y MUJERES (entre otras virtudes individuales y sociales).

Mientras lo escuchaba me sentí bien, sentí que alguien me felicitaba por mi trabajo como padre, pero la verdad recordé que ya lo sabía y que en realidad para mi no representa gran trabajo. Es un placer ser parte de la vida, la visión y el mundo de mi pequeña DAFNE, por quien trato de ser mejor persona. Ojalá los hombres despistados con ideas machistas absurdas sobre lo que "debe de ser" la educación a los hijos, entiendan que se puede decidir, que se puede cambiar. Elegir entre la autoridad mal entendida, por ejemplo a través de la violencia o del castigo (no sirve para nada), la distancia afectiva hacia los hijos, que solo siembra vacíos que a su vez cosecha más vacíos, pero bien llenos de miedo, inseguridad, añoranza y mucho resentimiento, mucho coraje; y el estar ahí presentes y responsables, con todo la valentía que significa ser SENSIBLES.

En el mismo programa citaron a alguien (de quien tampoco recuerdo su nombre): "la sociedad y la familia está hambrienta de padres (varones) sensibles, amorosos y sobre todo RESPONSABLES EMOCIONALMENTE".
Hagámonos cargo señores de lo que sentimos y dejemos de pretender ser inconquistables con nuestros hijos. Para mi no sólo significa perderme de la fiesta de verla reír por mis ocurrencias (y de paso poner a prueba mi creatividad)... sino también negarle a ese ser que espera tanto de mi, la oportunidad de una vida más plena, más completa... aún cuando yo pueda reconocer que la mía sin ser desastrosa, careció mucho de eso...

No importa de quien es el programa, ni de quien es el estudio... cree en lo que ves, cree en lo que sientes... yo lo creo porque lo vivo cada que presencio su única y poderosa forma de atreverse a vivir, a ser ella misma. Es un aprendizaje cálido y profundo, por qué habría de perdérmelo si encima la puedo hacer tan feliz y más lista para enfrentar su mundo? ...

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