miércoles, 24 de octubre de 2007

La pretensión de la honestidad

En un mundo de mayorías, de tendencias, la indiviudalidad tiende a desvanecerse. La reacción de los que siguen los caminos que abrieron otros (algo que desde luego todos hacemos) ante los que abren nuevos caminos es entendible. Por un lado hay una "envidia" o molestia hacia el diferente, un inmediato "por qué?". Yo me considero un individuo que permeado por las tendencias busca hallar su esencia propia (no soy quien para considerarme "diferente") y no me explico cómo debo concebirme ante situaciones donde los otros se extrañan: ... en un evento de esos de gobierno, la gente espera 20 minutos tras en anuncio de un tipo que dice "en unos momentos arrivará el "señor" gobernador... por favor tomen asiento"... el gobernador llega e inmediatamente se ponen de pie y le aplauden. Yo me pregunto por qué plauden?... no cantó, no bailó, ni siquiera pronunció un discurso... sólo llego 20 minutos tarde. En esos casos es un reflejo el efecto dominó, ni cuenta te das cuando ya estás aplaudiendo.

Pero hay muchas otras tendencias que tienden a "cerrar filas" ante todo quien se atreva a desafiarla con un estilo diferente, con un modelo diferente. La cuestión es que todos buscamos identificación y credibilidad, respeto y aceptación; y lo buscamos en lo que marcan las tendencias olvídándonos de hacer equipo con nosotros mismos )individualmente y hacia el otro -no alreves-.´Haz detenido tu canción favorita que toca tu grupo favorito para intentar componer la mejor canción de tu vida?, pensando "prefiero escuchar hacer esto, que escuchar eso". Creo que nos da pavor asumirnos como brillantes en algo que hacemos, no nos vayan atachar de diferentes. Vincent Van Gogh se molestaba más que por el hecho de no vender cuadros, o por que sus contemporáneos "respetados" en el gremio (que sí vendían) sólo pintaran (trabajaran) a la luz del día y las noches las pasaran cotorreando y pisteando en los bares; porque no entendía su escasa pasión por lo que hacían, no podía comprender que desperdiciaran las noches bebiendo "acarreados" por la idea estetica de que el expresionismo sólo era posible a partir de el tratamiento del color y la luz y por tanto, sólo la luz solar les proobería ese elemento.

No es dificil entender a Vincent. Casi todos quieren ser músicos, arquitectos, ingenieros... se vuelven especialista en las terminologías, encajan perfecto en el flujo social, en el protocolo... pero no nos atrevemos a más... a cambiar el rumbo, a iniciar un camino nuevo, afortunadamente también hay quien nos cautiva con sus proezas. Mauricio Díaz, El hueso es uno de ellos para mí. Parece que nacer en Inglaterra significa llevar la consigna de hacer el mejor rock del mundo, pero no viene en los genes de los ingleses caucásicos y rubios, sino en la historia que los precede que parecen condenados a repetir, mientras todos nos dirigimos por los caminos que nos abren. HEy! nos toca a nosotros iniciar caminos nuevos, creérsela, mentalidad... bla bla bla.... pretendamos que somos únicos y geniales, sigamos la tendencia de nuestra vanidad de nuestro atrevimiento y extendamos las plumas de nuestro pavorreal interno... pretendamos, presumamos que somos honestos e iniciemos nuestras propias tendencias...

Escuchen a Mauricio Díaz "el hueso", uno de los artistas que deberían estar en lo alto, pero nuestra cultura es demasiado "in" para el esplendor de su talento. http://www.youtube.com/watch?v=YE9fw2mwBFU

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