Ausente y presente a la vez. Se te desbordó la pasión, la confusión, la locura. No puedes leer esto, ni escucharme, ni llamarme, ni tocar los tambores vertiginosos de una ansiedad colectiva, latente y necesaria. No por ahora. Pero seguro me recuerdas como lo hago yo. Tal vez me sueñas como yo a ti. Si te sirve escúchame por aquí, léeme por aquí, llámame por aquí. Enlázame a tu mundo, a tu modo. Nuestro dolor siempre será interrumpido, subestimado, incomprendido. Si tienes la oportunidad de enfrentarte a él, aprovéchala y déjale claro a eso que no te deja en paz, que tú seguirás ahí, aquí... entre nosotros, que no tiene caso que ose derrumbar su templo, su razón, la mano que le ha dado de comer: tú. Ojalá todo fuera tan fácil como tener mejores cosas que hacer o componer canciones patéticas, pero no es así y tú lo sabes. Pero ahí, dónde el llanto vuelve a ser lluvia, donde somos aliados y adversarios de nosotros mismos, encuéntrate bien. Y recuerda, si te sirve... enlázanos en una canción a tu mundo. Estamos esperándote Chuy.
02/05/2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario